





El edificio recibió mantenimiento preventivo y correctivo de humedades, agrietamientos y desprendimientos y para corregir los problemas de humedad se colocaron aerodrenes y trampas en los muros.
En la fachada se limpió la cantera y trató la herrería, el portón de madera y la carpintería de las ventanas. Dejando al descubierto vestigios de balas gracias a la liberación del aplanado.
Se repusieron elementos museográficos y en ambas plantas se limpiaron y consolidaron los pisos originales, también se instalaron equipos de seguridad y detectores de incendio para proteger los dos patios y las 26 salas de exposición que recrean el estilo de vida de la época.
Los pisos de laja en los patios fueron limpiados. La madera de puertas, vigas y ventanas fue fumigada para evitar más daños por polilla. Y el elevador funciona con un sistema que no requiere cimentación o fijación en muros, respetando la normativa del INAH.
Proyecto Arquitectónico, Dirección General: Diego Corona Cremean
Museografía:
Ricardo Linares
Natalia Navarro
Consolidación del Rescate del Patrimonio Histórico:
Diego Prieto, Director General del Instituto Nacional de Antropología e Historia
Arturo Balandrano, Coordinador Nacional de Monumentos Históricos
Sergio Vergara, Gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural